Vínculo energía/agua

El derecho al agua es un tema que (Re)sources lleva promoviendo y defendiendo desde 2005, como derecho fundamental para el desarrollo humano.

Producción de agua y producción de energía estrechamente vinculadas

En muchas partes del mundo, el consumo de agua supera la capacidad de regeneración de los recursos. A menudo es necesario extraer agua de mayores profundidades, desalinizar el agua de mar, reciclar las aguas residuales o plantearse trasvases entre cuencas, todo lo cual genera una mayor demanda de energía. Al mismo tiempo, reducir el consumo de energía se ha convertido en una prioridad.

La continuidad del suministro energético también es muy importante para la producción de agua. En Níger, el 70% de las interrupciones de la producción de agua potable están relacionadas con cortes de electricidad. En Saana (Yemen), los servicios de agua de la ciudad tienen dificultades para abastecer a los residentes porque el acuífero se está agotando. La solución prevista sería recurrir a la desalinización del agua de mar, pero como la ciudad está situada a 2.400 m sobre el nivel del mar, los costes energéticos del bombeo se sumarían al coste de la desalinización. Una situación inmanejable en un país que no dispone de la capacidad energética necesaria.

A medio camino entre la actividad industrial y comercial y la satisfacción de las necesidades sociales, la energía requiere un enfoque especial. El acceso a ella debe considerarse como un elemento esencial del desarrollo, y no sólo como una cuestión de caridad o solidaridad, sino como un medio de romper el círculo vicioso de la pobreza.

La disponibilidad y el acceso a la electricidad es, por tanto, un elemento clave en la lucha contra la pobreza. En términos de reconocimiento social y político, tener acceso al agua y a la electricidad cuando se vive en un asentamiento informal o considerado ilegal significa a menudo pasar de la condición de paria a la de ciudadano.

La región de Oriente Medio y Norte de África es una de las más preocupadas por los vínculos entre agua y energía.

En estas regiones, las más áridas del mundo, el agua es un bien escaso y es objeto de competencia entre los sectores doméstico, industrial y agrícola. La sobreexplotación ha agotado los acuíferos y reducido la cantidad de recursos hídricos fiables y menos costosos. Un gran número de países árabes se ven ahora obligados a recurrir al proceso de desalinización: la región de Oriente Medio y Norte de África cuenta con más del 60% de las plantas desalinizadoras del mundo, para el 5% de la población mundial. El funcionamiento de estas unidades aumenta la demanda de energía.

La agricultura es también el sector que más agua consume, con más del 80% de los recursos dedicados al regadío. En estas regiones ricas en petróleo, la industria petrolera tiene un gran impacto en el consumo de agua, sobre todo para la producción y la inyección. Una refinería consume tanta agua como petróleo crudo procesa, con grandes disparidades en función de las limitaciones reglamentarias locales: se necesitan de 3 a 5 barriles de agua para producir y refinar un barril (159 litros) de petróleo.

Un estudio de caso realizado por Saudi Aramco demuestra que la aplicación de medidas de conservación, reutilización y recuperación del agua en los sectores del gas natural y el petróleo crudo podría ahorrar hasta el 31% de la demanda total de agua industrial de Arabia Saudí. En Omán, Petroleum Development ya reutiliza gran parte del agua producida a partir del petróleo.

El sector alimentario, gran consumidor de energía

El sector alimentario representa alrededor del 30% del consumo mundial de energía, y produce más del 20% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según el informe "Energy-Smart" Food for People and Climate, publicado a finales de noviembre de 2011 por la FAO en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

El consumo directo de energía en las explotaciones agrícolas asciende a unos 6 exa-julios al año (algo más de la mitad en los países de la OCDE), sin contar el trabajo humano y la tracción animal. La energía se utiliza sobre todo para bombear agua. Entre las medidas que se pueden tomar para ahorrar agua y energía figuran el uso de motores que consuman menos combustible, el control del riego y la distribución selectiva del agua, señala la FAO.

Recomendaciones para (re)fuentes

  • El acceso a la energía es un requisito previo para el acceso al agua potable. Sin energía, no hay agua ni desarrollo, ya sea económico, social o medioambiental.
  • Existe un estado de interdependencia entre el agua y la energía que se relaciona con los derechos humanos y que debe conducir al desarrollo de una gobernanza conjunta (a escala local e internacional) de estos servicios esenciales.