En materia de saneamiento, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que se propusieron reducir a la mitad el número de personas en el mundo sin acceso a un saneamiento básico para 2015, no se han alcanzado. Mientras que la población mundial ha pasado de 6.000 a 7.000 millones de habitantes, el número de personas que siguen sin tener acceso a aseos sigue siendo prácticamente el mismo: unos 2.500 millones de personas, incluidos todos los más pobres.
La situación sigue siendo sombría en materia de saneamiento, con una reducción de sólo el 7% con respecto a 1990, y unos índices de cobertura extremadamente bajos: 1 de cada 3 personas en África subsahariana y Asia meridional; 1 de cada 2 en Asia oriental; 1 de cada 10 en Yakarta y Manila. El saneamiento sigue siendo el gran olvidado de las políticas públicas en los países llamados "en desarrollo".
La cobertura sólo alcanzó el 67%, muy por debajo del 75% necesario para cumplir el objetivo. Desde 1990, 1.800 millones de personas han tenido acceso a instalaciones de saneamiento mejoradas.
China e India representan algo menos de la mitad del progreso mundial en saneamiento. 593 millones de personas en China y 251 millones en India han obtenido acceso a instalaciones de saneamiento mejoradas desde 1990. China representa más del 95% de los avances en saneamiento en Asia oriental (fuente: UN-DESA - Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas).
Los mayores avances se han registrado en Asia Oriental y Meridional, y los más lentos en Asia Occidental y el África Subsahariana, (Departamento Económico y Social de las Naciones Unidas).
En 2015, las Naciones Unidas adoptaron el programa de Objetivos de Desarrollo Sostenible con, entre los 17 objetivos, uno sobre agua y saneamiento que pretende garantizar el acceso al agua y al saneamiento para todos y asegurar la gestión sostenible de los recursos hídricos para 2030. 2015 fue un año histórico para el agua y el saneamiento, con un objetivo totalmente dedicado. Queda por ver si las grandes ambiciones en materia de agua se traducirán realmente en avances reales de aquí a 2030.