Saneamiento en las ciudades en desarrollo

Las aguas residuales son un daño colateral de la urbanización, pero también pueden convertirse en un recurso.

Saneamiento y crecimiento urbano

La expansión urbana y el crecimiento demográfico provocan inevitablemente tensiones en las ciudades. Esta tensión se refiere a los recursos, en primer lugar el agua potable, y después a las consecuencias del vertido de aguas residuales, que crece en proporción al número de habitantes y a la cantidad de agua consumida. Si estas aguas residuales fueran tratadas, las necesidades de las ciudades podrían satisfacerse reduciendo al mismo tiempo la presión sobre los recursos. También habría que fomentar una política de reciclaje siempre que sea posible.

El crecimiento urbano en las llamadas ciudades en desarrollo está dificultando la instalación de servicios adecuados de tratamiento de aguas residuales.

La mayoría de los pueblos y ciudades de los llamados países en desarrollo carecen de un sistema de gestión de aguas residuales, debido a la ausencia, insuficiencia o inadecuación de las infraestructuras. El ritmo de instalación de nuevas infraestructuras no está a la altura de las necesidades, sobre todo en las zonas de chabolas informales. Existen soluciones técnicas, pero varían según la densidad de las zonas urbanas o rurales, o según las condiciones sociales y financieras. Los poderes públicos deben considerar el problema de las aguas residuales al mismo tiempo y con la misma seriedad que el acceso al agua potable, o arriesgarse a sufrir una contaminación irreparable.

Las aguas residuales, un recurso alternativo que merece la pena explorar

Las aguas residuales también son un recurso que crece al mismo ritmo que la población. Durante mucho tiempo se ha considerado un recurso para la agricultura.

Siempre que se traten, las aguas residuales pueden ser un recurso limpio, disponible en grandes cantidades y sin peligro. Puede utilizarse para fines agrícolas en las afueras de las ciudades, o como recurso alternativo para el sector industrial con total seguridad. En muchos lugares, el agua es demasiado valiosa como para utilizarla una sola vez. Whindhoek, la capital de Namibia, cuenta con un sistema de reciclado de agua que distribuye agua potable a partir de aguas residuales a cerca del 30% de la población.

También son un recurso más barato que el agua desalinizada o importada y, por tanto, una fuente de ahorro para las ciudades.

Tratar las aguas residuales y reutilizarlas para nuevos fines son los dos componentes del tratamiento de aguas residuales del mañana.

Recomendaciones para (re)fuentes

* Hay que tener una visión global del saneamiento, desde la creación de los residuos hasta su tratamiento para que sean neutros para el medio natural o se conviertan en un recurso para nuevos usos.

* Para abordar esta cuestión, debemos tener en cuenta todos los aspectos para los países en desarrollo: elección técnica, coste financiero, conocimientos técnicos y capacidad de mantenimiento a lo largo del tiempo, impacto climático y aceptabilidad social de los distintos usos.

* Aunque el saneamiento es costoso, su ausencia obstaculiza el desarrollo y la seguridad de las ciudades y genera una contaminación que hace inhabitables las ciudades emergentes y en desarrollo.