Nuestras posiciones

Considerar el acceso al agua y a la energía como catalizador del desarrollo humano
Promover los derechos de acceso al agua, la electricidad y el saneamiento
Trabajar por la gobernanza internacional y la cooperación multilateral

Considerar el acceso al agua y a la energía como catalizador del desarrollo humano

El acceso a los servicios esenciales es una prioridad absoluta para el éxito económico y social de los países en desarrollo, y condiciona el acceso de las mujeres a la sanidad, la educación y la autonomía económica.

La introducción de mecanismos de solidaridad garantiza a las poblaciones pobres conectadas a la red un acceso asequible a los servicios de agua, saneamiento y electricidad.

La fuerte migración de la población a las ciudades y la creciente presión sobre la demanda de agua y energía requieren un marco jurídico y políticas de planificación urbana que garanticen unas condiciones de vida dignas.

Promover los derechos de acceso al agua, el saneamiento y la electricidad

Aunque el derecho al agua, defendido incansablemente por (Re)fuentes, fue reconocido por las Naciones Unidas en 2010, su aplicación por los gobiernos sigue siendo un gran reto.

El derecho al saneamiento es una dimensión fundamental de la dignidad humana y requiere una definición y una legislación precisas para que este derecho sea una realidad a escala internacional.

El derecho a la electricidad es un requisito previo para el acceso sostenible al agua potable. Estos dos fluidos deben gestionarse conjuntamente de forma eficiente y utilizarse de manera sobria desde el punto de vista medioambiental.

Trabajar por la gobernanza internacional y una mayor cooperación entre las partes interesadas

El acceso a los servicios esenciales debe integrarse al más alto nivel como cuestión prioritaria, en particular mediante la adopción de legislación vinculante.

Las políticas actuales deben tener en cuenta los efectos agravantes del crecimiento urbano y del calentamiento global poniendo en marcha planes de adaptación y mitigación.

Es necesaria la cooperación de todas las partes interesadas (autoridades públicas, operadores, financiadores, sociedad civil, etc.) para lograr avances tangibles sobre el terreno.