El agua, elemento esencial para toda la vida en la Tierra, es objeto de numerosos debates sobre su consumo, gobernanza, conflictos de uso, acceso y métodos de gestión.
Los recursos hídricos mundiales accesibles al hombre son limitados: el agua dulce representa el 2,8% de los recursos, de los cuales el 70% está almacenado en estado sólido; el resto se encuentra en las aguas subterráneas o cuencas subterráneas y en lagos, ríos y embalses naturales (es decir, el 0,3% del agua dulce disponible). En total, la humanidad sólo puede utilizar menos del 1% del volumen total de agua dulce de la Tierra, es decir, alrededor del 0,028% de la hidrosfera.
Los recursos están desigualmente repartidos entre los países. Un tercio de la población mundial carece de agua potable. 1.100 millones de personas de 80 países no tienen acceso a agua limpia, lo que obstaculiza su desarrollo. En Camboya, Chad, Etiopía, Mauritania, Afganistán y Omán, menos del 40% de la población tiene acceso al agua potable. Otros países como Kuwait, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Malta, Libia, Singapur, Jordania, Israel y Chipre disponen de recursos extremadamente limitados.
(Fuente: CIEau)