El considerable crecimiento de las ciudades llamadas "en desarrollo" no va acompañado de las infraestructuras e instalaciones necesarias para garantizar unas condiciones de vida dignas a las poblaciones pobres. Los sistemas urbanos de abastecimiento de agua y saneamiento se encuentran con demasiada frecuencia en estado ruinoso y son incapaces de hacer frente a las necesidades. A pesar de estas condiciones, el número de recién llegados sigue creciendo, aunque muchos de ellos quedarán excluidos de estos servicios.
Las ciudades africanas, que registran el mayor índice de urbanización del mundo, se ven desbordadas por la velocidad a la que se está produciendo este cambio. Las ciudades subsaharianas tendrán que acoger a 340 millones de habitantes más en los próximos veinte años. El importe de las inversiones necesarias para las correspondientes operaciones de desarrollo se estima en 45.000 millones de dólares anuales.